Frías noches,
ubicadas al centro de la galaxia,
en el transito sectorial,
de mis sensaciones encontradas,
tras los limbos del ser,
y el del existir….
Vago en la noche
como maleante voy,
tras las brumas del pensamiento,
le robo vocablos,
que luego convierto en emociones,
delineando angelitos,
que solo orbitan la calzada
de mi eje etéreo…
Un año principia,
y mis estereotipados boreales,
recorren caminos ya trajinados,
visualizan soplos ya vegetados,
resignando en mi piel,
la filigrana del recuerdo,
perdido, disipado, desaparecido, olvidado,
relegado entre un ayer,
que una vez me incumbió,
y en el momento esta allanado,
tras la nube de una ajena galaxia…..
Muy adentro de mi entelequia,
ahí, en lo profundo
de mi azul más desterrado,
donde se ubica mi esencia,
en ese recuadro bidimensional,
que enmaraña,
el norte y el sur,
el este y el oeste,
el cielo y el abismo,
en ese sitio,
donde habita el alma,
me resigno a ver el futuro,
a quererle proveer una fantasía,
tras sonrisas y nubes blancas,
en vuelo perenne
vive la utopía.
Tras las estrellas,
que de vez en cuando me platican,
las radiaciones del sol,
que llegan a mi,
una luna que,
en su tibio peregrinar,
sigue siendo siempre la misma,
yo,
vivo mis noches,
adyacente a una antorcha sin encender,
de un Enero calido,
sin igual.
Príamo.
